Llega finales de septiembre y, por nuestra zona, como cada año, miramos al cielo con una mezcla de esperanza y temor. Aquí normalmente no llueve, pero cuando dice de llover, cuando vemos en los medios que viene una “gota fría”, nos echamos a temblar.
Hay años y años, y hay años en los que esa gota fría no se conforma con anegar los campos, sino que además, desborda el río, inunda los garajes y se filtra por las paredes. Es en estos casos cuando nos acordamos de Santa Bárbara y de nuestro seguro y nos preguntamos, ¿nos cubrirá los daños?
Pues lo primero que tenemos que hacer es leernos bien la póliza de nuestro seguro (aunque esto es algo que deberíamos haber hecho al momento de contratarlo para comprobar que el seguro se ajusta a nuestras necesidades) y analizar si el siniestro acaecido está contratado y en qué condiciones.
Además deberemos comprobar el origen del daño, pues no lo es lo mismo que la filtración se produzca por simples lluvias que han caído directamente sobre nuestra vivienda, por lluvias indirectas que se han proyectado desde la propiedad de algún tercero, por inundaciones, etc. En cada caso, será responsable un ente diferente y deberemos dirigir nuestra reclamación sobre ese responsable.
En el caso más habitual de filtraciones en nuestra vivienda, habrá que comprobarse también si tenemos algún límite de intensidad de lluvia (el típico “han caído tantos litros por metro cuadrado”) y si la lluvia caída, efectivamente, ha superado dichos límites.
En segundo lugar y, caso de que nuestro seguro no nos cubra el siniestro (inundaciones, desbordamientos,…), habremos de comprobar si nuestro seguro tiene un pequeño apartado de aportación al Consorcio, pues será éste quien deberá responder de los daños.
En cualquiera de los casos siempre será una buena idea dar parte a nuestro seguro en el plazo de tiempo establecido y que sea éste el que nos indique y nos guíe a través del procedimiento de reclamación.
La conclusión más importante que podemos sacar del presente artículo es la importancia de tener un buen seguro y de conocer las coberturas y exclusiones del mismo. Es muy habitual entre nuestros clientes el pensar que ciertos siniestros o problemas están cubiertos por ser sus seguros y comprobar después, cuando ya es demasiado tarde, que algunas de las cosas más importantes no estaban cubiertas.
Como siempre, en Ofigem, quedamos a su total disponibilidad para cualquier duda que les reste al respecto.